¿Qué es la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV)?
La variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV, por sus siglas en inglés, Heart Rate Variability) se refiere a las fluctuaciones en el tiempo entre los latidos del corazón. En otras palabras, es la variación en el intervalo de tiempo entre cada latido cardíaco. En lugar de tener un ritmo cardíaco perfectamente constante, el corazón de una persona sana muestra pequeñas variaciones en esos intervalos de tiempo. Estas variaciones son una medida de la adaptabilidad del sistema nervioso autónomo, que regula el ritmo cardíaco y otras funciones automáticas del cuerpo.
La HRV se considera una medida de la salud del sistema nervioso autónomo y puede proporcionar información valiosa sobre el equilibrio entre el sistema nervioso simpático (responsable de la respuesta al estrés y la activación) y el sistema nervioso parasimpático (responsable de la relajación y la recuperación). Una HRV alta, con variaciones significativas entre los latidos, generalmente se asocia con una mejor capacidad de respuesta al estrés y una mayor capacidad de adaptación del cuerpo a diferentes situaciones.
La relación entre la HRV, el estrés y el desempeño es compleja y puede variar según las circunstancias individuales, pero aquí hay algunas observaciones generales:
- Estrés: En general, una HRV baja o reducida puede indicar una respuesta del sistema nervioso autónomo dominada por el sistema simpático, lo que se asocia con un mayor estrés y una menor capacidad de recuperación después de eventos estresantes. Por otro lado, una HRV alta o saludable suele indicar una respuesta equilibrada entre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, lo que puede ayudar a reducir la reacción al estrés.
- Desempeño: En situaciones de rendimiento, como el deporte o el trabajo, una HRV equilibrada puede ser beneficiosa. Una HRV más alta se ha asociado con un mejor rendimiento cognitivo y físico, así como con una mayor capacidad de recuperación después del esfuerzo.
La medición de la HRV se realiza mediante dispositivos como monitores de ritmo cardíaco con capacidad de HRV o electrocardiogramas (ECG). Estos dispositivos registran los intervalos de tiempo entre los latidos cardíacos y calculan diversos parámetros de HRV.
Es posible aprender a manejar y controlar la HRV mediante técnicas de biofeedback y prácticas de relajación como la respiración profunda, la meditación y el entrenamiento de la respuesta de relajación. Estas técnicas pueden ayudar a mejorar la HRV y, en última instancia, la capacidad de respuesta al estrés y el rendimiento. El biofeedback en particular permite a las personas ver en tiempo real cómo su HRV responde a diferentes técnicas de relajación, lo que les ayuda a aprender a autorregular su sistema nervioso autónomo para lograr un equilibrio óptimo.